La querella de Sara Garfunkel, la madre del fiscal Alberto Nisman, insistió hoy con la hipótesis del "magnicidio" y pidió que se amplíe la investigación por su muerte, al exponer ante el camarista Leopoldo Bruglia, en una nueva audiencia en la Cámara Federal porteña.
Allí, pidió que se agrave la acusación contra el único procesado en la causa, el técnico informático Diego Lagomarsino, y reiteró su planteo de que se investigue como parte de "un plan criminal" a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y ex funcionarios de su gobierno.
Durante más de una hora el abogado de Garfunkel, Pablo Lanusse, habló ante el camarista y aludió a una "matriz de impunidad" al pedir que se agrave la acusación contra el procesado.
Lanusse reiteró los argumentos que había dado en la primera audiencia ante el Tribunal de Apelaciones con la presencia de los jueces Martín Irurzun y Eduardo Farah.
Pero como Farah fue trasladado a otro Tribunal, Bruglia quedó a cargo de resolver la cuestión y se convocó a una segunda audiencia para dar oportunidad a las partes de exponerle sus argumentos.
Bruglia e Irurzun quedaron ahora en condiciones de resolver si confirman el procesamiento dictado a Lagomarsino como supuesto partícipe primario del homicidio de Nisman y contra los ex custodios por encubrimiento e incumplimiento de deberes.
La querella de la madre de Nisman reclamó que se acuse a todos por un delito más grave, que se considere al crimen como un "magnicidio" y se unifique esta investigación con otras dos: la que apunta a las irregularidades en la escena del hecho y la que investiga la presunta existencia de una zona liberada.